Transmitir un mensaje es el objetivo de cualquiera que trabaje con medios audiovisuales. Por ello, como comunicadores es importante defender cualquier disciplina que permita nuestra libre expresión. México es uno de los países donde la labor periodística se ve frustrada por la corrupción, el crimen y la violencia. Es un país en el que ser periodista te pone en un sendero difícil por la alta tasa de crímenes contra aquellas personas que buscan dar a conocer temas de interés social. ‘Tijuana’, serie mexicana distribuida por Netflix, explora el mundo de la prensa escrita en la que un grupo de periodistas del periódico ‘Frente Tijuana’ se atreve a investigar los actos de corrupción, los nexos entre el crimen organizado y el Estado y la violencia a la que se someten diariamente las personas que se dedican al quehacer periodístico. Con once capítulos en su primera temporada, la serie cuenta con un gran elenco entre los que destaca el actor Damián Alcázar.

La producción de series en México no es algo nuevo y se distancia mucho del esquema de producción de películas. En este proceso se involucra una mayor cantidad de equipo y de planeación, además, el tiempo que se requiere para producir los capítulos se ve reducido. Para esta serie los productores y showrunners de la serie notaron que necesitaban más de un director y más de un cinefotógrafo para traer a la vida el proyecto. Tres socios AMC están involucrados en la realización fotográfica de la serie: Tonatiuh Martínez AMC, Guillermo Granillo AMC, AEC y Martín Boege AMC. Tonatiuh menciona: “Nos invitaron al proyecto, nos lo platicaron y se estableció que era una serie que necesitaba varios directores y fotógrafos. Finalmente fueron cinco directores y tres fotógrafos, sin olvidarnos del fotógrafo de la segunda unidad: Alejandro Ramírez (‘Mente Revólver’)”. Este tipo de equipos en los que existe más de un director o fotógrafo no es extraño en la producción de series debido a las diferentes agendas de cada uno de ellos. A esto se le suma el tener un número extenso de locaciones en diferentes lugares geográficos.

Lo más interesante del proyecto, desde el punto de vista fotográfico, es la manera en la que los tres directores de fotografía unieron sus visiones y confluyeron en una sola que fuera la ideal para la serie. “Desde el principio se establecieron las reglas a seguir con respecto al concepto de iluminación. Tuvimos muy buena comunicación entre los fotógrafos y gracias a esto era fácil ponerse de acuerdo para que hubiera una concordancia entre el rango de contraste y la colorimetría. Lo bonito de esto, fue el reto de que una serie completa con varios capítulos tuviera continuidad en su personalidad y armonía entre todos los momentos, lugares y situaciones. Por ejemplo, juntos hicimos el diseño de luz de la oficina principal, la cual representa un 70% del universo visual de la serie.” Así narra Tonatiuh Martínez AMC el primer acercamiento que tuvieron los tres fotógrafos antes de comenzar.

Con respecto a la división de trabajo, se podría pensar que cada cinefotógrafo se encargó de fotografiar un capítulo de principio a fin, pero la realidad es que lo que se ve en pantalla es una especie de “collage” entre las imágenes capturadas por los tres fotógrafos. Así lo cuenta Guillermo Granillo AMC, AEC: “Al principio pensé que eran capítulos muy delimitados y que me tocarían tres, pero descubrí que había que seguir una línea de tiempo y de trabajo. A veces tus escenas se intercalaban con las de los otros colegas. Cuando ví la serie me di cuenta de que había cosas que había hecho yo, pero que eran parte del entramado de muchos capítulos. La mirada de los tres era muy similar”.

Para encontrar el look que mejor se acoplara a la historia, Tonatiuh dice que se buscó un estilo ‘verité’ debido al tema central de la serie. Los cinefotógrafos se inspiraron justamente en el fotoperiodismo y su manera de utilizar el lenguaje visual. Como ejemplo, la utilización de la cámara en mano o el uso de lentes Zoom: “Se buscaba que fuera como un reportaje. Vimos referencias y platicamos con los directores. Se llegó a esa estética en la que no le tenemos miedo a los blancos, a los negros o a las zonas de luz y sombra. Esta última no era necesariamente cosmética, debido a que no es una serie pensada en preciosismos, sino en una efectividad narrativa y dramática”. Por su parte Guillermo Granillo cuenta: “Me encanta la cámara en mano. Que toda la serie se hiciera así fue una gozada para mi ya que me permite tener una cercanía muy especial con los actores y con la escena. Te acerca a la historia de una manera diferente, te vuelves partícipe y un poco actor porque te metes en la trama. Tienes que moverte orgánicamente con los actores y esto te da mucha libertad, lo sientes”.

Hoy en día, gracias al avance de la tecnología, los servicios de streaming como Netflix, Hulu, Amazon, etc., piden a las producciones trabajar con ciertos estándares y requerimientos técnicos como el tipo de cámara, para tener formatos de entrega de la mejor calidad posible. La cámara elegida para esta serie fue la Sony F55 4K con aspect ratio de 16:9. Los lentes fueron los Ultra Prime y Zooms de 22-250mm.

Los zooms fueron elegidos porque servían como homenaje a los camarógrafos periodísticos que están “cazando” el momento. “La narrativa va cambiando y el zoom está hecho para acentuar algo en específico, para acercarse a ver algo que en un plano abierto no está tan claro. Hacer cámara en mano con un Zoom montado en ella fue complicado ya que este tipos de lentes son pesados, grandes y poco prácticos para operar. Y si le sumas todos los periféricos como las pilas, el mattebox, etc., se convierte en un gran tema a resolver. Lo bueno es que hasta cierto punto los tres fotógrafos estamos acostumbrados a esos pesos porque antes se filmaba con magazines muy pesados.” relata entre risas Tonatiuh.

La trama de la serie gira en torno a un tema muy grave, delicado y actual en México, pues tan sólo en lo transcurrido del 2019 se han reportado seis homicidios de periodistas. Granillo se queda con la impresión de que “el problema es mucho más grave de lo que vemos en la serie. En México hay una censura muy fuerte, hay muchos muertos y lo que se dice en la serie es un poco superficial y suavizado en comparación con la realidad que siempre nos va superar con un tema como este. Aunque he de decir que sí me gusta como está hecha, está bien abordada, entretenida y tiene buenas cosas”.

Una de las secuencias que más recuerda Tonatiuh por su complejidad para ser grabada, es el asesinato de un candidato de gobierno durante el  primer episodio. Hubo una gran búsqueda para encontrar la locación adecuada para poder llevar a cabo toda la coreografía que requería la secuencia. Sin duda una de las más impresionantes de la serie ya que suceden varios choques automovilísticos durante la persecución y gran cantidad de efectos especiales con espejos o vidrios especiales para quebrar, las armas y disparos. La locación ideal se encontró en una calle de Ecatepec. “En gran parte de la secuencia yo iba dentro del automóvil. Me pusieron protecciones en todo el cuerpo incluyendo un collarín porque finalmente era un choque. Las secuencias en autos suelen ser difíciles de iluminar y decidimos sacrificar el poner juguetes como chupones o rigs para la cámara y en vez de eso tener más tiempo para rodar. La cámara siguió en mano; a veces estaba dentro de la camioneta, a veces en otro automóvil de forma paralela y aveces en la cajuela de otra camioneta. En las escenas de trompos con los stunt drivers, la cámara sí iba adentro. Cuando un balazo da en el parabrisas, los vidrios nos saltaron, pero todo esto ya estaba contemplado y llevábamos protecciones. No podía ser de otra forma porque siempre la narrativa era así y no podía haber un brinco y que de pronto estuviera más estable”.

Guillermo recuerda con emoción que a él le tocaron varias de las secuencias con más tensión durante la serie. Una de ellas es la captura de Tamara Vallarta (la protagonista), en la secuencia en la que la encuentran dentro de la cajuela de un Fotograma ‘Tijuana’ 6 auto al amanecer. En realidad, la grabamos en el atardecer. Filmar el amanecer es muy complicado porque se hace de día en una hora. En cambio en la tarde tienes un poco más de tiempo porque puedes “alargar” más la luz. Puedes empezar a filmar desde antes de que la hora esté ya muy castigada”. Otra de las secuencias que Granillo recuerda es el atentado armado dirigido al periódico ‘El Frente Tijuana’ (su set principal). “Fue un trabajo complicado con efectos. Este tipo de secuencias realmente requiere mucha preparación y coordinación por parte de todos los departamentos. Los efectos siempre son muy caros y no teníamos más que dos oportunidades de hacerla. Tuvimos que grabarla con tres cámaras”.

Debemos recalcar que el trabajo de un director de fotografía no solo se limita a la preproducción y al set; va mucho más allá. Si bien desde el desarrollo se plantea una propuesta fotográfica específica que va acorde a la personalidad del proyecto, es necesario que los cinefotógrafos participen en la postproducción de su material, ya sea presencialmente o con coloristas que entienden la visión del artirsta. A pesar de que los tres fotógrafos están contentos con su trabajo dentro de la serie, hay un aspecto que impide que se sientan plenamente satisfechos con la producción. Tonatiuh nos dice que los tres fotógrafos le dan gran importancia a la última fase del proceso de fotografiar un proyecto, la colorización. “Siempre y cuando un fotógrafo esté en la colorización, este puede terminar su trabajo. Por cuestiones presupuestales ninguno de los tres pudo ir a Los Ángeles a supervisar lo que se estaba haciendo con el proyecto en esta etapa. Con ‘Tijuana’ no estuvimos presentes y esto nos dejó, bueno al menos en lo personal, la enseñanza de que se debe ser más específico cuando se hacen los acuerdos”. Por su parte Guillermo declara: “No me gustó mucho el resultado porque siento que pudo haber quedado mejor. Lo siento un poco apagado, le falta potencia, color; está muy gris a mi manera de ver. Me molesta que exista esta situación porque finalmente el resultado de todas las series tendría que llevarse hasta el último con el realizador visual. Se lucha en las series porque vas en contra del tiempo, pero ¡que te quiten ese derecho!. Tendría que haber un acuerdo ex profeso de que se va a ir por un cierto camino; con esto me sentí un poco atado.”

A pesar de ese mal trago Granillo dice, “exceptuando esa situación, para nosotros fue una muy buena experiencia. Hay sets que me gustan mucho y quedaron muy bien iluminados. Me han comentado personas que han visto la serie que les gusta y esperan que se haga una segunda temporada”. Granillo opina que la concordancia visual entre los tres cinefotógrafos se dio, en primera instancia, gracias a que se conocen personalmente, conocen sus trabajos y maneras de operar y componer. Aunado a esto, el trabajo del gaffer Eduardo Montecillos fue de gran importancia. 

“Al final del día ves la serie y no se nota un salto entre un cinefotógrafo y otro, se ve una unidad de iluminación y de aproximación al proyecto. Todos estábamos en el mood y sintonía. Conozco mucho el trabajo de Tona y hablaba con el gaffer para poder dar lo mismo que él y que Martín Boege AMC en el set, porque a veces no coincidíamos. Tener al mismo gaffer nos hizo tener los mismos patrones; de pronto llegábamos a sets que ya habían sido visitados por los otros fotógrafos y él nos orientaba sobre la manera en que habían resuelto las situaciones”.

“Al trabajar con gente con la que te llevas bien y que es afín a ti, tienes la confianza de estar en la misma línea, pero tienes la responsabilidad de que cuando te toca hacer algo del bloque del otro, hay que hacerlo de la mejor manera posible para que todo esté acorde”. Tonatiuh relata que este fue uno de los retos más importantes, pero a la Carlos F. Rossini AMC y Lila vez más enriquecedores, porque el director de fotografía tiene a su cargo muchas decisiones y en el caso de esta serie, eran compartidas. 

Es importante recalcar que, al final de cuentas, los cineastas son comunicadores y retratar esta historia en la que se impide el derecho de expresión, es importante para exponer los casos de corrupción. “Fue uno de los motivos por los que el proyecto nos interesó. Es una realidad dolorosa y alarmante en el país. México, lamentablemente, ocupa los primeros lugares en asesinatos a periodistas. Además es una problemática a la cual no siempre se le da la importancia debida; da la impresión de que no se habla mucho o no lo suficiente.”- opina Tonatiuh. Es importante y necesario que este tipo de cosas se hablen y se retraten. Como comunicadores tenemos la responsabilidad de dar a conocer este tipo de temas, tenemos la oportunidad de luchar por este derecho y de crear conciencia en más personas.

‘TIJUANA’
Cámara: Sony F55 4K
Óptica: Ultra Prime y Zooms de 22-250mm.
Cinefotógrafos:
Tonatiuh Martínez AMC
Guillermo Granillo AMC, AEC
Martín Boege AMC