Carolina Costa AMC es una directora de fotografía que constantemente se involucra en proyectos cargados de una mirada social en la que se muestran realidades de gente que, de alguna u otra forma, se encuentra en desventaja frente a otro grupo. En su debut como DP en territorio mexicano, con la película ‘Las Elegidas’ (2016), fotografió un drama donde se habla de la trata de personas en el norte del país. Otro ejemplo es en la película ‘Icebox’ (2017); en la cual se muestra a un niño hondureño atrapado en Estados Unidos  debido a las leyes de inmigración.

 

Años más tarde, la cinefotógrafa regresa para retratar a un grupo de trabajadores de obra, comúnmente denominados como ‘albañiles’, que contrario a lo que podría pensarse con respecto a las buenas condiciones laborales en las que deberían de estar, nos van mostrando poco a poco el maltrato y las múltiples injusticias a las que son sometidos por parte de sus jefes quienes se niegan a pagarles puntualmente.

 

Mano de obra

“Mano de Obra”, ópera prima del director mexicano David Zonana, abre presentándonos una construcción en obra gris; se trata de una residencia lujosa y pulcra mientras es trabajada y modificada paulatinamente por los obreros. Este es el mundo de Francisco (Luis Abertí), hasta que la muerte de su hermano dentro de la casa (debido a un accidente por falta de seguridad y las injusticias a las que se enfrentan a raíz del accidente), lo llevan a tomar la decisión drástica de allanar el terreno. Primero lo hace él y poco a poco los demás trabajadores se van mudando para apropiarse del lugar. 

Tanto Carolina como David, tenían claro desde un principio que su intención era únicamente la de hacer un retrato de esta situación, manteniendo en todo momento una postura respetuosa. “David, Ivonne Fuentes (diseñadora de producción) y yo, constantemente reflexionamos para encontrar la manera de mantener la película y lo mostrado en ella, de manera realista. En todo momento había una preocupación por no caer en la porno miseria latina; En definitiva no era lo que queríamos mostrar. Por ejemplo, teníamos una secuencia que grabamos en la colonia, la cual estaba en el guión y era con una de las familias de los trabajadores. Una vez que estaba lista nos dimos cuenta que de ninguna manera iba a tener cabida en la película, pues justamente caía eso que tanto queríamos evitar. No nos gustaba el hecho de aprovecharse de la situación de otro, sin que las personas participantes sean plenamente conscientes de cómo están siendo retratadas”.

Para mantener este realismo, la producción tuvo que tomar varias decisiones para interferir lo menos posible en el proceso entre el director y los actores. Una de estas decisiones fue la de tener la menor cantidad de gente posible en set. Carolina relata, entre risas, que fue un proceso difícil decir exactamente porqué cada persona en su crew era indispensable. “Fue una película muy chiquita (esto respecto al crew). David desde el principio no quería un equipo grande, no quería tener gente sentada “viendo el páramo”. Él no quería sentir que la mecánica era más importante que el retrato de lo que estábamos haciendo”. 

Hay que tomar en cuenta que el único actor en set era el protagonista (Alberti). Todas las demás personas eran no actores, y muchos de ellos sí se dedican a la construcción en la vida real. Es por esta razón que el director buscaba la menor intervención  por parte del crew, para así poder  extraerles la mejor  interpretación posible.

Carolina confiesa que es una de las películas con uno de los crews mas pequeños con los que ha trabajado, no sólo en cámara, sino que en general eran pocas personas involucradas en el proyecto. “Mi primer asistente de cámara fue Miguel Argumedo. Me interesaba trabajar con él porque salió del mundo del documental y yo sabía que no podía poner marcas y que los personajes se tenían que mover libremente por los espacios. De Miguel me interesaba su experiencia en la improvisación (propia del documental); así como su energía porque él es una persona muy calmada. Soy una persona que siente mucho la energía de los demás, sobre todo con con las que trabajo. Esto aplicó exactamente igual para el segundo Asistente, Joaquín Tlaxcalteco, un hombre igualmente tranquilo, y cuyo trabajo es excepcional. ”

Los personajes de la película se desplazan todo el tiempo a través de las habitaciones de la casa. A diferencia de ellos, la cámara estaba en todo momento fija (salvo en dos momentos específicos). “David desde los primeros acercamientos al proyecto, sabía que no quería que la cámara se moviera mucho. Cada secuencia es un plano. A partir de este realismo de tiempo que se crea con los personajes, la luz tenía que venir en conjunción y no podía ser una luz muy estilizada, ya que no iba con el concepto planteado”.

Una vez descartada la luz estilizada, y después de una extensa prueba de cámara, Carolina decidió aprovechar la luz natural y posteriormente filtrar de un lado del cuadro. Además de algunas luces HMI del otro. Esto durante las escenas de día. “Durante las pruebas puse un negativo gigante en todo un lado de la casa, pero se sentía falso, yo se sentía la mano del fotógrafo”.  Lo más interesante a la hora de probar con el negativo fue el darse cuenta que lo mejor sería filtrar el rebote natural de la luz. De esta manera conseguía un contraste adecuado no se sentía intervenido. 

Muchas veces se pasa por alto el proceso que el director de fotografía debe encontrar a la hora de trabajar con los personajes. Carolina recalca que fue a todos los ensayos para que los actores se familiarizaran con ella. “Aquí fue muy importante este proceso para que se sintieran a gusto. De hecho, me sorprendieron mucho. Al inicio corríamos la cámara sin que ellos se dieran cuenta, pero al enterarse entraban en su papel. Uno de ellos tenía el timing cómico muy preciso. Eso es de lo más difícil de lograr, inclusive para grandes actores. De este proyecto, lo que más me acuerdo es verlos crecer, transformándose en actores. Luis Alberti pasó tiempo con los no actores e inclusive se fue a trabajar con ellos un tiempo”. 

Contar historias con luz  y color

Además de la narrativa guiada por las acciones de los personajes y la situaciones por las que atraviesan, siempre es evidente que todo lo que está dentro del cuadro tiene una razón de estar ahí. En este sentido todos los departamentos que involucra una producción están encaminados en una misma línea a favor de la historia. En el caso de “Mano de Obra” la disposición de los elementos frente a cámara  se van transformando a lo largo de la película. 

Para las escenas de noche (antes de que los personajes llegaran a vivir a la casa) se iluminó con las luces de trabajo propias de la construcción. Es decir entre Carolina y el departamento de arte, fueron construyendo artefactos y decidiendo entre las diferentes luces disponibles en las obras. “Más adelante cuando ellos llegan a la casa, empecé a intervenir más, a poner más focos, y cada foco tenía un color distinto”. 

Con respecto al tema del color, Carolina justificó que en la colonia donde vivían los trabajadores, antes de mudarse a la casa, usan focos de luz amarilla. “Después de visitar la colonia, que estaba en Jalalpa, me di cuenta que allá usan muchas luces cálidas. Entonces, cuando llegan a la construcción, me gustaba pensar que cada familia llevaba sus focos, por lo tanto sus amarillos eran diferentes. Me pasé todas las pruebas de cámara pintando focos, con ocre, amarillos, mostaza para encontrar los tonos adecuados, esto por supuesto es una exageración pues la variación de amarillos en realidad no es tan marcada, pero son pequeñas licencias que se pueden tomar en el cine”. 

“Por otro lado, las noches en el Pedregal una colonia ‘muy fresa’, eran totalmente diferentes, pues las luces que tienen en sus calles son luces LED. Esto hace que todo se sienta mucho más frío. Pensando en esta idea, iluminé con HMI rebotados, con filtración: con luz libro.” Al final lo que se va observando es como poco a poco el cálido, proveniente de la colonia, se va apoderando del frío de la construcción. Cada foco amarillo nuevo, significaba una nueva intervención, una nueva familia llegando a vivir en la comuna.

Carolina utilizó una Alexa Mini, y lentes Cooke S4 para complementar todo este look a partir de colores.

Dentro de las exhaustivas pruebas que se procuraron antes de iniciar la producción, aparte de cámara, óptica, filtros, se vieron diferentes tipos de elementos que estarían dentro del cuadro para ver como retrataban. Entre estos elementos está el plástico  con el que protegían los espacios de la casa.  Le interesaba entender cómo se comportaba la luz a través de ellos y que tan transparentes eran. Hizo pruebas con plásticos de diferentes densidades. Otra de las pruebas fue escoger el celular que tuviera el flash/lámpara adecuado, que tuviera ese flare que buscaban y cómo interactuaba con las pieles. 

La directora de fotografía no deja ningún elemento fuera. “Voy descubriendo con cada película que hago. Quizás estas pruebas no se me hubieran ocurrido antes. Los errores que cometo, los anoto en una libreta para después. Cuando voy a comenzar otro proyecto los reviso y de esta manera recordarlos”. 

 

Composición de cuadro 

La película tiene varias distintivas en su imagen: lo ya desglosado referente a los movimientos y a los colores. Pero hay un tercer elemento que la hace particular, y es la manera de encuadrar al personaje principal. Carolina revela que Zonana y ella vieron películas soviéticas y documentales del Che Guevara y de la Revolución Cubana, por toda la temática social. Una vez realizada la investigación, concluyeron que el personaje del Che, siempre se hallaba en el centro del cuadro y rodeado por mucha gente; la gente lo adoraba e idolatraba. La cuestión fue llevar esta manera de ver a un héroe de la revolución, a la pantalla, para mostrar a un “héroe” de la vida diaria, un justiciero social.

“Cuando las primeras familias van llegando a la casa, Luis siempre está en el centro del cuadro. Es una figura predominante que se mantiene así casi todo el tiempo. Hacia el final de la película, cuando el poder de Luis va decayendo, su personaje se va ‘botando hacia los lados y Lalo, el nuevo patriarca, se va centralizando. Ahora la gente lo enaltece a él y vemos a un Luis pasando detrás de todos”.

Costa confiesa que justo esta situación fue una de las condiciones que más le gustaron desde las primeras lecturas del guión: Amas a un personaje, que lucha por sus ideales, pero la misma naturaleza humana, fácilmente corrompible, lo obligan a volverse el anti héroe. “De alguna forma queríamos utilizar la película como metáfora de cualquier revolución: un personaje tiene ciertos ideales, en el caso de la película es el personaje de Luis. Lo que él quiere es romper el sistema y cobrarse de alguna forma todo lo que no les pagan y las demás injusticias arremetidas con ellos; quieren importunar al hombre que arremete contra ellos. El problema viene, que al tener esa oportunidad, sucede la cosa más humana del mundo: el ser humano se empieza a corromper por el dinero y por el poder, y empieza a ser el enemigo que tanto odiaba al principio.”

Referencias

Carolina ha colaborado en varias ocasiones, en Óperas Primas: “Crystal Swan”, “Hala”, y “IceBox”. Para ella, crear y construir una obra, con un director primerizo es un proceso que goza, porque descubren y crecen juntos. De este proyecto, Carolina se lleva como aprendizaje todas las referencias filosóficas que fueron descubriendo y creando entre el director y ella. “David es un hombre muy metódico; tiene mucha claridad en lo que quiere, y esto aportaba mucho al proyecto.” 

Las carpetas de preproducción que Carolina crea para cada proyecto son biblias completas en donde acumula algunas imágenes que ayudan a conceptualizar sus propuestas. Estas carpetas son primero para ella, para aterrizar ideas que después le muestra al equipo de trabajo, o sea al director y al departamento de arte. “Me inspiré de algunos libros de fotografía, de arquitectura sobre todo, con espacios vacíos. De esta manera veía como la luz invade los lugares. Otra de las referencias para conceptualizar, fue la artista brasileña, Adriana Verajão. Ambos trabajos fungieron como la capa base de mi moodboard. Con respecto al trabajo de Adriana debo decir que una de sus obras resumía, sin tener mucho que ver, aparentemente, el guión. Era simplemente una manera de asociación que hice desde el principio, pues se ve talavera muy bonita, y un hueco con sangre; era una forma de interpretar la sangre del constructor muerto y la casa preciosa.”

Realizar este tipo de carpetas es importante para Carolina, pues nunca se sabe que pueda pasar aún después de terminados los llamados. Debido a otro compromiso fuera del país, Costa no pudo estar presente en una serie de reshoots que requería el director. Entonces la Directora de Fotografía decidió mostrarle la carpeta y plantillas de iluminación a la persona que tomó su lugar por unos días, la Directora de Fotografía María Sarasvati (Apertura). “Escogí a Sarasvati porque conocía su trabajo gracias a AperturaDoP. Me gustaba que, a quien escogiera, fuera alguien que respetara mi trabajo. Ella tiene lo técnico y artístico. Yo le entregué toda la información y sigue el mismo estilo. Fue importante mostrarle la carpeta para que abordará el proyecto con ideales y sensaciones semejantes a la mías, y las plantillas para que técnicamente siguiera máximas  ya establecidas como el contraste de luz. Siempre estuvimos en comunicación, y creo que ahora no se puede distinguir quien hizo que”- Risas. 

 

Una nueva faceta 

Carolina ha estado preparando su debut como directora con un guión que ha estado trabajando desde hace un tiempo. La historia es de ciencia-ficción y está ambientada en Nueva York. Costa nos reveló que inclusive ya cuenta con la protagonista.

Además de escribirla y dirigirla, también participará como su propia DP. “Estoy armando a mi equipo de guerreros. Antes no pensaba en dirigirla, pero al ser una historia tan personal sentí que era lo correcto. Pase dos años escribiendo los backstories de los personajes y quiero experimentar un nuevo proceso de estar con los actores. Ya había dirigido algunos videoclips y cortos, en la escuela, pero nada así. Entonces ahora, lo más importante  es la gente que me rodea.