‘Sujo’

Por Milton R. Barrera y Luis Enrique Galván Fotogramas de ‘Sujo’

La magia dentro del cine se encuentra en la capacidad de capturar lo inesperado y dejarse sorprender por lo impredecible. Cada cuadro es una invitación a explorar un mundo en el que nada está escrito y cada imagen tiene el potencial de revelarnos aspectos ocultos de la realidad. Así, la cinefotografía se convierte en un arte de apertura mental y de sensibilidad. En la fotografía, alejarse de algo determinado, es un acto de liberación creativa que invita a explorar un mundo de posibilidades ilimitadas y a romper con las restricciones de una visión predefinida. La cinefotógrafa Ximena

Amann AMC, demuestra que estar abierta a las posibilidades y saber adaptarse a las situaciones es fundamental para lograr imágenes entrañables, que vengan desde la honestidad y la conexión con el proyecto.

La directora de fotografía comparte en este artículo el proceso detrás de la creación de ‘Sujo’, la nueva película de las directoras Fernanda Valadez y Astrid Rondero, premiada en el festival de Sundance como mejor película internacional, elegida como representante de México para los premios Oscar 2025, Premios Goya 2025, ganadora del Premio de la Cooperación Española en el Fesival de San Sebastían edición 72 y próxima a competir en el Festival Internacional de Cine de Morelia.

La película, estructurada en capítulos, presenta la historia de Sujo, un joven cuya vida ha estado marcada por la violencia desde el asesinato de su padre quien estaba involucrado con el crimen organizado. A medida que crece, Sujo se ve obligado a tomar una decisión: seguir el camino al que su propio contexto lo ha orillado o romper con ese molde a toda costa para crear un futuro propio.

El camino a seguir

“Fernanda, Astrid y yo, nos conocemos desde la escuela. Fotografié la tesis de Astrid en el CUEC, proyecto en el que también estaba Fernanda como productora. Con el paso de los años, nos volvimos amigas y posteriormente socias, ya que juntas formamos dos productoras: Enaguas Cine y Corpulenta. Las tres hicimos nuestra ópera prima juntas: Astrid como directora, Fernanda como productora y yo fotografiando”.

“Se puede decir que conozco el guion de ‘Sujo’ desde su origen y he sido parte de todo su proceso. Me encanta leer los tratamientos porque es como un niño que ves crecer y cambiar, transformarse y enriquecerse. Así fue como llegó ‘Sujo’ a mí. Siempre me ha gustado la manera en la que ambas escriben; lo hacen de una manera que te envuelve, que realmente describe ambientes y habla de atmósferas. Son muy detallistas pero también muy sutiles y eso me encanta. Al momento de tener un guion en mis manos, me dejo llevar por la historia; me permito fluir con los personajes y trato de no clavarme con temas fotográficos, aunque sea casi inevitable. Lo primero que sentí al leer el guion, fue una gran emoción, una gran empatía y tristeza por el personaje. Pienso que

todos nos podríamos identificar con alguien que cree que su destino está marcado y que las circunstancias y otras personas lo van a llevar hacia un lugar que quizá no quiere. Me conmovió muchísimo que se hablara de un tema que es poco explorado: los huérfanos del crimen organizado, las otras víctimas de la violencia que se vive en nuestro país y que tienen poca voz dentro de nuestro cine”.

Traducir a imágenes

Traducir conceptos abstractos a imágenes concretas y evocadoras para el espectador, es una de las tareas más desafiantes en el proceso de realización. Ximena, Astrid y Fernanda, emprendieron un viaje creativo que comenzó con discusiones profundas y una conexión personal que influyó en su proceso artístico. La colaboración cercana y el diálogo continuo, permitieron desarrollar una visión compartida que se reflejó en la película de manera auténtica.

“Gracias a que tenemos una relación muy cercana entre nosotras, fue un proceso natural que estuvimos desarrollando por varios años”.

La película está seccionada en cuatro capítulos que poco a poco nos van mostrando el desarrollo de Sujo y la influencia de personas importantes en su vida, en su mayoría mujeres. Para las cineastas era importante marcar una diferencia entre cada momento.

“Nos interesaba que cada capítulo se distinguiera y dentro de las decisiones que tomamos para diferenciar cada episodio, fue la de utilizar diferentes ópticas por lo que investigamos lentes de muchas partes del mundo hasta dar con los adecuados. Nosotras sabíamos que cada óptica tenía sus características y estábamos de acuerdo con que respetaríamos cada una de ellas”.

Para la primera parte de la película, que se centra en la figura del padre de Sujo, Ximena decidió usar los lentes Jena gracias a su tonalidad cálida.

“En esas secuencias necesitábamos sentir la naturaleza, el calor, el sol; la dureza del abandono y los Jena nos daban esa textura. En esta parte queríamos darle a la figura del padre una sensación de no estar presente, casi nostálgica; por ello lo teníamos más en contraluz, casi como una silueta”.

“En la parte con la tía, cambia un poco la estética visual y usamos los Minolta que nos otorgaban ciertos efectos muy interesantes como los flares redondos; nos queríamos remitir a la naturaleza y realzar su elementos”.

“Los Canon FD los usamos en la adolescencia de Sujo cuando tiene los primeros acercamientos con el pueblo. Estos lentes tienen menos aberraciones pero aún así, tienen un fuera de foco que se siente un poco pictórico. Queríamos enfatizar esta transición entre la ciudad y el campo, además de que en la iluminación comenzaban a aparecer luces prácticas como el alumbrado público. Ahí empezamos a explotar también los FD ya que tienen un poco de blur en las altas luces. Los estuvimos trabajando a diafragma abierto para que recibieran justo toda la influencia de la luz eléctrica, cosa que no había en los otros episodios. En el capítulo que se desarrolla en la Ciudad de México, usamos los lentes Leica R que nos daban una imagen más nítida, con menos aberraciones y responden de forma más neutra a los colores”.

Ximena Amann optó por usar una cámara RED Raptor 8k gracias a la facilidad que aportaba su manipulación por el peso y sus dimensiones, además de su rango de latitud que fue de gran ayuda para lograr las escenas nocturnas.

Seguir el cauce correcto

Entender desde lo visual cada código y su relación dramática con la historia, es completamente imperativo, pues el respeto a las bases de la traducción en imágenes acorde al guion y sus distintos momentos, es lo que permitirá durante el rodaje, la flexibilidad y apertura frente a situaciones no planeadas, dando paso incluso, a la llegada de sorpresas más afortunadas que una posible perspectiva planteada desde la preproducción.

“Algo maravilloso de ambas directoras, es que poseen una sensibilidad única hacia cada uno de los departamentos. Para empezar, desde la foto, Fernanda tiene un conocimiento técnico y creativo muy grande que posibilita herramientas comunicativas durante todo el proceso. Sin embargo, es en todas las áreas que constantemente están guiando por el cauce correcto. Siempre están orientando a cada cabeza de departamento hacia el camino necesario; nunca pierden de vista el sentido de cada momento de la historia y así, nada es gratuito”.

Tanto para Ximena como para las directoras de ‘Sujo’, la necesidad de crear sus propias referencias era fundamental, para entonces desapegarse

El compromiso de filmar

El establecimiento de códigos visuales y sonoros dentro del cine, marca su condición desde la interpretación correcta del guion, para dar paso a la creación de un lenguaje propio e intrínseco a la historia, hallando la forma correcta de contar para entonces, acceder a la emocionalidad del espectador. No obstante, el compromiso como narradores de imagen nace desde la primera aproximación. En este caso, en una conciencia absoluta hacia la realidad político-social por la cual atraviesan tanto Sujo, como el mismo espectador.

“Estamos hablando de una historia entre la lucha de su personaje frente a la idea del determinismo; alguien que está marcado por la violencia. Esta historia necesitaba del respeto y responsabilidad absolutos. Hablamos de los huérfanos del narcotráfico, en donde Sujo representa a millones de personas cruzando por una situación similar. Astrid y Fernanda sabían que esta película no iba a mostrar de manera gráfica todas aquellas situaciones de violencia; ya vivimos inmersos en esas condiciones como para además, ponerlas en pantalla, y decidieron que mucho de este horror ocurriera fuera de cuadro; que el peso pudiera ser desde el sonido y no necesariamente desde la imagen. Las cosas que suceden durante la película y que producen esa terrible sensación, se originan desde el imaginario colectivo que tenemos frente a este tipo de situaciones”.

‘Sujo’ es una cinta que trasciende el espejismo de lo contextual para también atreverse a narrar desde la esperanza, poniendo sobre la mesa la posibilidad de romper el patrón del determinismo, así como el reflejo por el impacto de la migración ante la violencia en el país. Y así, lo que únicamente puede ser visto como un elemento técnico, evoluciona a la interpretación narrativa de una realidad de la cual todos formamos parte.

Cabe mencionar los esfuerzos y participaciones de un equipo esmerado en filmar desde el corazón y la reciprocidad.

“Éramos conscientes de que trabajaríamos con locaciones reales, con gente que no tiene nada que ver con la industria del cine y que verdaderamente atraviesa por las condiciones que narra la película por lo que las directoras dieron talleres a los chicos de la comunidad que quedaron en el elenco. Ejemplo de esto es Juan Jesús Varela que interpretó a Sujo. Él encontró en la actuación una vocación, después de su participación en ‘Sin señas particulares’ y ‘Sujo’ es su primer protagónico. Jesús está en un camino de profesionalización y junto a las directoras, han ido de la mano en este crecimiento”.

Cabe mencionar que dentro del cast contaron con la participación de las actrices Yadira Pérez (‘Mujeres del alba’, 2022) y Karla Garrido (‘Las azules’, 2024).

“Queríamos que este mismo compromiso social marcara inclusive las dinámicas a tener en set; filmar con cautela y sobre todo, sin irrumpir en su contexto”.

Bajo esta perspectiva de filmación y siendo conscientes de los códigos de la narrativa, el equipo de trabajo de ‘Sujo’ tomó decisiones que transitaran en la línea de la no intervención, albergando fidelidad al entorno natural y social.

“No teníamos una paleta de color delimitada, pero sí mucho cuidado en seleccionar cada elemento para que conviviera de forma natural con el espacio, lo que fue un gran trabajo en equipo entre direccion, arte y fotografía. Belén Estrada, nuestra diseñadora de producción, se encargó de dirigir la construcción de la cabaña en la que filmamos, y habitantes de la misma zona de Guanajuato, se integraron como equipo de trabajo para el área de arte. Belén se encargó de que las intervenciones a los espacios se hicieran de manera respetuosa y cuidadosa pero con un ojo muy detallista y talentoso; incluso se hizo el diseño de la cabaña pensando en la trayectoria del sol. ‘Sujo’ es una película que se logró por el inmenso corazón de cada una de las personas que participó. Teníamos una emoción y un compromiso con la manera de contar esta historia”.

Narrar desde el corazón podría ser incluso, la responsabilidad afectiva faltante con el medio mismo, exigiendo una reciprocidad hacia el contexto natural y social que hospeda a la industria, como la exigencia interna entre cada narrador visual, sonoro y de lenguaje cinematográfico en general y total. Como menciona la directora de fotografía: “el valor principal fue el tiempo, tanto para el cuidado de la imagen como para el trabajo con actores”.

“‘Sujo’ fue un hermoso arco de enseñanza que no siempre sucede con tanta intensidad en tu vida como cineasta. Me hizo reflexionar en cómo la producción también es un área que puede volverse puramente creativa. O bien, en la necesidad de aprender a ser más flexible, más tolerante y siempre, volver a observar. Es una película que me confirma el creer en tu instinto, en cuestionar cada decisión del proceso hasta llegar a la interpretación correcta. Siempre estaré agradecida con Astrid, Fernanda y Sujo”.

“‘Sujo’ es una película que se logró por el inmenso corazón de cada una de las personas que participó. Teníamos una emoción y un compromiso con la manera de contar esta historia”.

Trascender la expectativa

Como bien menciona Ximena Amann AMC, muchas veces lo primordial es lo que mayor corazón posee. Filmar desde la necesidad de aquello que inunda al ser, filmar desde la exigencia por aquello que creemos vital dentro de nuestras diferentes realidades sociales y contextuales.

Actualmente, ‘Sujo’ se encuentra en camino a su nueva etapa de distribución. La película, con Nicolás Celis como coproductor, coproducción entre México, Francia y Estados Unidos, encontró en Pimienta y Cinépolis el apoyo para exhibirse no solamente en salas en México, sino también en Estados Unidos y la mayor parte de Europa. Así, la cinta que poseía tratamientos de guion desde hace más de cinco años y que finalmente fue filmada gracias a una agrupación de gente profesional, pobladores de la comunidad, así como ex estudiantes de las mismas directoras, logrará poner en pantalla grande un discurso necesario para la realidad que atraviesa nuestro país desde hace casi dos décadas: una migración sin precedentes frente a las olas de violencia que terminan por dictaminar los caminos de personas como Sujo.