Mateo Londono AMC, ADFC, demuestra su versatilidad gracias al tipo de proyectos que realiza al transitar entre comerciales para grandes marcas y el cine narrativo. Ha trabajado en Colombia, México, Estados Unidos y más. El director de fotografía toma un pequeño descanso trás un extenuante llamado nocturno para hablar de sus inicios en la industria y las experiencias detrás de dos largometrajes que están próximos a estrenarse: ‘There Are No Saints’ y ‘The Valet’.

Mateo recuerda su primer acercamiento al cine y cómo quedó deslumbrado por la experiencia de estar en un set:

“Desde muy niño me ha encantado el cine; siempre me pareció interesante contar historias a través de un juego de puesta en escena. Desde que tuve una cámara, sentí el gusto por dedicarme a la creación de imágenes. Creo que desde los doce años no he pensado en hacer nada más. Es algo que siempre estuvo en mi”. Aunque no recuerda un momento preciso que le haya provocado el gusto por el cine, sí tiene en mente un evento que reforzó esa idea. “A los 15 años, mientras vivía en Colombia tuve la oportunidad de asistir al set en donde un amigo de mi madre estaba trabajando. Al entrar, quedé enamorado del ambiente, la dinámica, todo. La película que estaban filmando era sobre un colombiano que emigra a Nueva York en un contenedor. Recuerdo que vi a la fotógrafa (en ese entonces apenas estaba descubriendo sus funciones) y me encantó la idea. Estaba fascinado con los sets que habían armado dentro de una bodega adaptada como foro para dar la ilusión de estar en un barco, pero sobre todo, me acuerdo mucho de la luz”.

“En ese entonces, el presupuesto de los proyectos en Colombia no era tan grande, pero lo que me gustaba era la sensación de ver cómo creaban un mundo ficticio, un universo particular para el proyecto. Creo que esto ha sido lo que me ha mantenido enamorado de mi carrera durante estos años, la posibilidad de ser creador de historias y universos. Este recuerdo de mi visita a ese set , ver a la fotógrafa, estar presente en la creación de la atmósfera por medio de la luz, fue lo que hizo crecer mi interés en la fotografía”.

“Nací en Boston y ahí terminé la universidad. Cuando egresé no había mucho trabajo así que me mudé a Los Ángeles, como hacen todos los

‘There Are No Saints’. Fotograma. Mateo Londono AMC, ADFC

que quieren hacer cine. Trabajé como asistente de cámara y después como operador. Unos años más tarde, durante un viaje a Colombia, me invitaron a fotografiar la película ‘El Cartel de los sapos’ (2011), que era una coproducción entre varios países latinoamericanos. Las últimas semanas de filmación fueron en México y quedé encantado con este país. Así comencé a trabajar acá”.

‘There Are No Saints’

Tras varios años desde su filmación, el proyecto dirigido por Alfonso Pineda Ulloa (‘Dos + dos’, 2022), llegará a las pantallas este año. La película es una adaptación del guion escrito por el guionista y director Paul Shrader (‘Taxi Driver’, 1976). Mateo recuerda cómo se integró al proyecto filmado en 2012.

“Después de hacer ‘El cartel de los sapos’ y ‘Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando’ junto al productor Santiago García, él me volvió a invitar a este tercer proyecto. Fue muy emocionante leer el guion que me encantó desde el comienzo, no todos los días te llega un guion de Paul Shrader. Confieso que esto fue en gran medida lo que me atrajo más”.

La película se centra en la vida de un hombre -José María Yazpik-, que es culpado y encarcelado en Estados Unidos por un crimen que no cometió. La situación se complica cuando su ex esposa es asesinada y su hijo es secuestrado y llevado a México. En ese momento, el hombre que es apodado ‘El jesuita’, arma un plan para tomar venganza y recuperar a su hijo.

Dentro de las primeras conversaciones entre Londono y Ulloa estaba presente la búsqueda por el realismo. “Quisimos lograr un look natural y aprovechar el ambiente urbano que teníamos a la mano, es decir, basarnos en la realidad frente a nosotros y trabajar desde ahí. Creo que esta película en particular es muy colorida en términos de iluminación justo por esto. Nos basamos en la mezcla de luces que tiene la ciudad: mercurio, sodio, LED, fluorescentes, etc. Teniendo esto en mente, analizamos qué elementos o partes de la realidad queríamos usar”.

La película fue filmada entre Estados Unidos y México. “Para esta película tratamos de evitar las atmósferas cálidas. Recuerdo que entre las películas que analizamos para precisar el look que buscábamos estaban ‘Heat’ (1995), ‘Collateral’ (2004) y ‘Drive’ (2011), sobre todo esta última por la manera en que filmaron las noches”.

Naturalismo estilizado

Para Mateo Londono una de las cosas más importantes en las películas es que no se note la mano del cineasta, en este caso, del fotógrafo. Toda la iluminación está en función de la verosimilitud.

“Uno de los principales retos con los que me encontré fue la cantidad de noches que teníamos dentro del plan de trabajo. No por el hecho de ser llamados nocturnos y en invierno, sino por encontrar una manera de iluminar que fuera natural y que aportara a la narrativa de la historia. Siempre tengo la esperanza y hago mi mayor esfuerzo para que la luz se sienta natural y realista, que no se vea artificial”. Siguiendo la línea de trabajar de la forma más naturalista y realista posible, el fotógrafo optó por utilizar cámara en mano. “No había mucho movimiento con grúas o dolly, los movimientos están motivados por el realismo. Algo que me encantó del proyecto era la libertad que me daba Ulloa. Me dejó trabajar lumínicamente como yo mejor consideraba a partir de nuestras pláticas durante la preparación. A mi parecer, esto es lo mejor en los proyectos, dejar sentadas las bases desde la preproducción para que en el set, el director pueda dedicarse al trabajo actoral”.

“Dentro de las secuencias más demandantes, tuvimos algunas escenas de acción en exteriores con lluvia y efectos especiales. Mi gaffer fue Cayo Ambris quien me ayudó mucho para crear estas escenas. Hizo cajas de luz con unos 20 Kinos -que en ese entonces me parecían muy innovadores-, que elevamos con una grúa sobre los actores y con las que podíamos crear una atmósfera interesante”.

Este proyecto fue uno de los últimos en los que Mateo operó cámara. “Cuando como fotógrafo estás con la cámara en el hombro, haces que todo se vuelva más íntimo. Sin embargo, me he topado recientemente con proyectos que requieren más de una cámara y ahí es mejor no operar, es mejor delegar la tarea para monitorear y coordinar a todas las cámaras para que el proyecto esté en sintonía”.

“‘There Are No Saints’, es una película cargada de acción. Tuve pláticas largas y entrenamientos junto a los stunts para generar conciencia de que los iba a seguir por el lugar con la cámara, el lente, alguno que otro cable, etc. Se tenían que acostumbrar a tenerme cerca y procurar mi seguridad y la del equipo”.

‘There Are No Saints’

Cámara: ARRI Alexa Studio
Óptica: Cooke S5i
Cinefotógrafo: Mateo Londono AMC
Gaffer: Cayo Ambriz

En su búsqueda por el naturalismo, Mateo relata que cuando llega a sentir que un cuadro está perfectamente iluminado y encuadrado, mueve algún elemento para romper esa perfección, pues considera que la realidad no es perfecta. “Había que buscar ángulos interesantes y estar en concordancia con los stunts, pero en esa búsqueda a veces me veo obligado a “dañarlo” un poquito. Llevo las cosas a lo ideal, a lo que nos han enseñado que es lo correcto y después lo descompongo un poco, muevo una luz, muevo la cámara, hago algo para lograr una imagen más orgánica. La imperfección es mucho más interesante”.

“Otro ejemplo de cómo “dañar” el cuadro, es cuando caemos en la clásica iluminación de key, back y sidelight. Primero que nada, evito los backlights porque me parecen lo más falso que pueda existir, excepto por el sol. Por otro lado, busco poner el keylight hacia donde mira el actor. Si el actor mira a izquierda de cámara, la luz es igual. Cuando ilumino busco estar fuera del ciclo obvio”. Como en todo, primero se trata de aprender cómo se hacen las cosas y saber las reglas, para después poder romperlas.

Para esta película, debido a la gran carga de escenas de acción, se hizo una segunda unidad en la que el cinefotógrafo encargado de coordinar y sintonizar todo, fue Carlos R. Diazmuñoz AMC.

“Se debe estar en la misma sintonía con la persona a la que se le va a encomendar la tarea de aportar narrativa visual a un proyecto. La conversación con Carlos recayó en todo lo que he mencionado previamente: poner la cámara en un lugar donde realmente podría estar en la realidad, hacer movimientos realistas, encuadres no perfectos, que las cosas en cuadro no se vieran puestas y planas como en televisión”.

“Al recapitular todo lo que he mencionado en esta entrevista, me doy cuenta de que entre más viejo me hago, más naturalista me he vuelto”.

Muchas de las escenas de acción de la película fueron grabadas en los foros de CTT que fue la casa de renta que otorgó el equipo para la grabación de la película.

‘There Are No Saints’ Fotogramas. Mateo Londono AMC, ADFC

‘The Valet’

El 20 de mayo se estrenó la película dirigida por Richard Wong (‘Come As You Are’, 2019) en la que, por cierto, aparece, en su último papel grabado para la pantalla grande la actriz Carmen Salinas. La película cuenta la historia de un aparcacoches (Eugenio Derbez) que es contratado por una estrella de cine (Samara Weaving) para posar junto a ella como si fueran pareja. Fue a través de su agente en Los Ángeles que Mateo Londono AMC consiguió una entrevista para participar en el proyecto.

“Debo admitir que me gustan todos los géneros y no le doy restricciones a mi agente con respecto a este tema, pero me sorprendió que me llegara este guion que es una comedia, el género que menos he explorado. Cuando me llegó este proyecto me pareció buenísimo y saber que Eugenio Derbez era parte, me entusiasmó mucho. Una de las cosas que más me gusta de esta película es que a pesar de ser una comedia romántica, es muy poco predecible. Tiene corazón de drama y trata temas muy importantes como la soledad, la inmigración, la fama, el poder. Nunca me han gustado las películas con finales obvios.

‘The Valet’ Fotogramas. Mateo Londono AMC, ADFC

Por ejemplo, en ‘Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando’, el final no sucede como se van planteando las cosas sino que sucede algo que te hace reconfigurar por completo la historia y los personajes”.

“Richard, el director, es una de las personas con las que más he estado en sincronía pues compartimos el mantra de que no se sienta la mano del cineasta. Cabe decir que Richard también es cinefotógrafo y a veces dirige. ‘The Valet’, es una comedia mucho más cosmética que la mayoría de los proyectos que he realizado, sin embargo, me gustó tener que enfrentarme a este nuevo reto aplicando la misma filosofía de naturalismo selectivo”.

Mateo nos cuenta que una vez que termina de leer los guiones que le manden, realiza una presentación en la que expresa sus primeras inspiraciones e interpretaciones. Después vienen las pláticas con los demás miembros del equipo y comienza a nustrirse ese primer acercamiento. “Siempre los horarios suelen ser el reto más grande pues nunca hay tiempo para algo más. Si sumamos a esto que hay que grabar en exterior día, la cosa se pone bastante complicada. La luz natural es impredecible y hay que mantener la consistencia. Grabamos la película en Atlanta en donde en un momento hay nubes y luego sale el sol; después otra nube y luego de nuevo el sol, bastante parecido a lo que sucede en la Ciudad de México. De noche es mucho más sencillo, más caro económicamente hablando, pero mantener la consistencia lumínica es mucho más facil debido a que tienes total control de dónde se pone cada una de las luces. Con dimmers y con la tecnología puedes controlar absolutamente todo”.

‘The Valet’

Cámara: ARRI Alexa Mini LF Óptica: Zeiss Supreme Primes Cinefotógrafo: Mateo Londono AMC, ADFC Gaffer: Mike Collins

“Otro de los retos que tuvimos fue la cantidad de extras que hubo en una escena en la que se plantea la premiere de película. Comunicarte con tanta gente siempre es difícil y al final se trata de que todos como equipo nos apoyemos en estas situaciones para sacar lo mejor de todo aquello que tenemos en cuadro, Al final logramos sacar la escena adelante, me encanta y me parece muy gracioso el resultado”.

Para finalizar, Mateo Londono nos comparte su secreto para ser un buen cinefotógrafo: observar no sólo con los ojos.

“Hay que escuchar las historias, de qué se tratan, porque me parece que uno debe leer los guiones y dejar que el guion, las locaciones y los actores nos digan cómo crear la imagen. Uno escucha y observa todos los días cuando va caminando por la calle y el sol rebota contra los edificios y, si sabemos apreciar eso, después lo podemos duplicar con luces artificiales para crear lo mismo y usar eso como una ventaja para el drama”. “Sin duda alguna, lo que más disfruto de mi profesión es viajar, hacer cosas distintas, proyectos diferentes y en cada lugar nuevo observo y me impregno de la luz, de cómo se comporta, de los pequeños detalles. Poder ver amaneceres y atardeceres en lugares distintos, es lo más bello”.

‘There Are No Saints’ Mateo Londono AMC, ADFC

‘There Are No Saints’ Mateo Londono AMC, ADFC

‘The Valet’ Mateo Londono AMC, ADFC

‘The Valet’ Mateo Londono AMC, ADFC